¿Para qué usar una sauna?

Una sauna es un lugar para experimentar sesiones de calor seco o húmedo. El vapor y el calor ayudan a que la mente y el cuerpo de los bañistas se recuperen y mejoren su salud. En Finlandia, tierra de origen de Harvia, el baño de sauna es una tradición, pero cada vez más personas en todo del mundo están interesadas en experiencias de sauna y vapor. Se construyen nuevas saunas en los hogares de las personas, centros turísticos, espacios comunitarios,... y no es de extrañar las sauna relaja a las personas y son sinónimo de bienestar Hay muchas maneras de disfrutar el calor en una sauna.
Disponemos de tres diferentes tipos de sauna:
• Sauna seca o tradicional.
Generalmente una habitación revestida de madera, calentada con una estufa de leña o eléctrica. La temperatura es aproximadamente entre 70–100ºC. A menudo se vierte agua sobre piedras calientes de sauna para aumentar el grado de humedad en el interior de la cabina, cuando el agua se vaporiza, crea un baño de sauna con vapor.. En función de la cantidad de piedras dispuestas en la estufa de la sauna, el baño de sauna será intenso y caliente o húmedo y suave.
• Hamman o Cabina de vapor.
Dispone de un generador de vapor que forma el vapor en el interior de la cabina, de modo que la humedad en la habitación alcanza hasta el 100%. En contraste, la temperatura es más baja que los otros tipos de sauna tradicional,, aproximadamente 40-60 °C.
• Cabina de infrarrojos. Funciona con radiadores que emiten radiación infrarroja totalmente inofensiva que calientan los tejidos del cuerpo de forma específica. Las personas sudan más que en una sauna tradicional, a pesar de que la temperatura en una cabina de infrarrojos permanece por debajo de los 60 ºC.